«Como lo expresó el expresidente Manuel Zelaya Rosales en el discurso de Naciones Unidas en el 2007: Migrar no es un delito, es un derecho humano», sentenció la mandataria del país.
La presidenta de la República, Xiomara Castro, inauguró hoy en Danlí, El Paraíso, el Centro de Atención al Migrante Irregular «Francisco Paz» con el objetivo de abordar la migración irregular con un enfoque de Derechos Humanos y brindar atención médica, psicológica y un refugio seguro a las personas de otras nacionalidades que utilizan a Honduras como país de tránsito.
El recinto, fue construido por el Instituto Nacional de Migración (INM) a un costo que ronda los 48 millones de lempiras y cuenta con una capacidad de atender a 800 personas en control migratorio y de alojar a 400 informaron las autoridades.
«En mi gobierno he implementado una política migratoria humanista, donde se atienden a los migrantes con dignidad y se respetan sus derechos inherentes a su condición de seres humanos, como lo manda nuestra Constitución de la República de Honduras», precisó Castro.
La presidenta remarcó que «migrar no es un delito, es un derecho humano» y dijo que ese principio está en el «centro» de su política exterior y migratoria.
«Agradezco al Congreso Nacional, a sus diputados, a su presidente Luis Redondo, por la aprobación del presupuesto para la ejecución de este proyecto, así como haber decretado la amnistía migratoria que ha beneficiado a miles y miles de migrantes», acotó la titular del Ejecutivo hondureño, quien agradeció a la comunidad internacional y países amigos que cooperan con su gobierno para atender a las personas que transitan por el país de forma irregular.
Recordó que junto al secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, realizó una visita a los albergues de menores y centros de detención de migrantes en McAllen, Texas, y dijo que tras conocer la situación que viven los hondureños en esos centros, ordenó la creación de consulados en los Estados fronterizos para atender a los connacionales que buscan la «reunificación familiar».
Ante la crisis humanitaria que sufren muchos pueblos de América Latina, Castro apuntó que los gobiernos no pueden permanecer «pasivos» ο «indiferentes» puesto que eso es el resultado de la explotación capitalista que con su modelo neoliberal de asociaciones público-privadas, bloqueos, sanciones y privatizaciones, destrozaron las democracias de la región y las capacidades de los Estados.
De su lado, el titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Allan Alvarenga, dijo que bajo el mandato de la presidenta Xiomara Castro, se modificó el enfoque de abordaje a la migración cambiando la política migratoria de «contención» a una «política de protección».
Añadió, que el actual gobierno reconoce la migración como un derecho humano y detalló que la amnistía aprobada por el Congreso Nacional ya ha beneficiado a al menos 1 millón de migrantes que han transitado por Honduras.
A la inauguración del Centro de Atención al Migrante Irregular (CAMI), acompañaron a la presidenta Castro el secretario privado, Héctor Zelaya; el titular del INM, Allan Alvarenga; la ministra de Derechos Humanos, Angelica Álvarez; y, parte del cuerpo diplomático acreditado en el país.