Las más de 400 organizaciones políticas y movimientos sociales de América Latina y el Caribe y países del Sur Global (de mujeres, juventudes, sindicales, campesinos, juristas, artistas, de derechos humanos, ambientalistas, intelectuales y otros), presentes en la II CELAC Social, consideramos que este espacio, promovido soberanamente por estas organizaciones, es un símbolo de la democracia en la región y un derecho de los pueblos.
Lamentamos profundamente el posicionamiento de algunos Gobiernos que, en vez de abrir y promover espacios institucionalizados que reconozcan la voz de los pueblos, dedican esfuerzos a censurar y acallar la participación de las fuerzas vivas de América Latina y el Caribe en los procesos de integración regional.
Agradecemos la voluntad del Gobierno de Honduras de procurar estos espacios, querer escucharnos y comprometerse tanto en construir puentes entre las organizaciones y movimientos sociales y los gobiernos de América Latina y el Caribe.
ESTUDIANTES
La organización estudiantil en América Latina y el Caribe es un ejemplo de lucha popular y conquista de derechos. Las luchas por la educación pública representan un punto de encuentro y convergencia de nuestras sociedades, aglutinador de voluntades para la realización efectiva de nuestros pueblos. Las federaciones estudiantiles representan un actor central en la construcción democrática de nuestros países. Los estudiantes, las organizaciones y los gobiernos deben trabajar articuladamente para garantizar que la educación sea una herramienta emancipadora efectiva.
JUVENTUD
América Latina y el Caribe tiene actualmente la generación más grande de jóvenes de su historia. Esto representa afrontar retos, desafíos y reflexiones sobre su desarrollo, que deben ser abordados desde la formación militante y la construcción de espacios representativos y de coordinación regional para dar esta lucha continental con planes de acción específicos. Los jóvenes de la región, convocados en este primer Foro de Juventud de CELAC Social, reafirmamos nuestro compromiso con la democracia y nos posicionamos contra todas las formas de coerción impuestas hacia nuestros países, principalmente contra las sanciones y el bloqueo a Cuba y Venezuela.
MUJERES Y RESISTENCIAS POPULARES
En la democracia y autodeterminación de los pueblos, las mujeres luchamos por dos cosas importantes: igualdad y justicia social. Resulta necesario evidenciar todo tipo de desigualdad para reafirmar los procesos populares hacia el socialismo democrático. En este sentido, es primordial repensar la democracia tradicional en una democracia participativa que acorte las desigualdades, así como priorizar la organización popular y el tejido social.
CRISIS DEL CAPITALISMO, MIGRACIONES Y LUCHAS SOCIALES
La migración que se presenta como un problema de los países latinoamericanos en realidad es provocada por la falta de trabajo, por la desigualdad, violencia y pobreza. El capitalismo salvaje agudiza más está problemática ya que las empresas transnacionales y el injerencismo norteamericano favorecen el extractivismo y la reprimarización económica. Por lo tanto, no habrá solución al problema migratorio construyendo muros sino a partir de la consolidación de los procesos populares en nuestros países y el fortalecimiento de la integración regional.
Defendemos el derecho a la migración como parte de la construcción del proceso de lucha por la dignidad más allá de las fronteras, por parte de los grupos progresistas, continúa y nunca se detendrá.
JUSTICIA AMBIENTAL
Existe un reconocimiento claro de que la lucha por la justicia ambiental no puede separarse de los derechos humanos, especialmente los de los pueblos indígenas y comunidades locales. La defensa de la tierra y los recursos naturales va de la mano con la protección de la vida y la cultura de estos grupos. En este sentido, es importante destacar la resistencia activa contra las industrias extractivas y la militarización de los territorios, así como la violencia y la impunidad que enfrentan los defensores del medioambiente. Proteger a los defensores de la vida es prioridad. Así como lo es la crítica al sistema capitalista y a las prácticas imperialistas que priorizan las ganancias sobre la vida y los derechos ambientales.
La integración regional es clave para enfrentar los desafíos ambientales de manera efectiva y proponer enfoques más equitativos y sostenibles que pongan en el centro la vida y la justicia social.
POLITIZACIÓN DE LA JUSTICIA (LAWFARE)
El Lawfare o guerra judicial es el mecanismo que los de arriba han utilizado en nuestro tiempo para criminalizar a dirigentes sociales y proyectos populares, sin pruebas ni debido proceso, con la complicidad de jueces que, en la práctica han privatizado la justicia, sentenciando sin evidencias y siendo útiles a la persecución política.