Tegucigalpa se convirtió en sede de la IX Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un espacio que retoma fuerza en el mapa geopolítico continental con una marcada tendencia hacia liderazgos progresistas.
La presidenta Xiomara Castro, inauguró el encuentro con un discurso centrado en la soberanía regional, la justicia social y la autodeterminación de los pueblos, marcando el tono político del evento.
Su intervención refuerza la postura de Honduras como un actor activo en la construcción de una América Latina unida frente a los desafíos comunes.
Uno de los puntos clave de la jornada es el traspaso de la presidencia pro tempore del organismo al presidente de Colombia, Gustavo Petro, lo que consolida el relevo regional hacia liderazgos de izquierda con agendas centradas en la equidad, el medio ambiente y la integración política más allá del libre comercio.
La CELAC, nacida como una alternativa a los organismos dominados por potencias extranjeras, vuelve a colocarse en el centro del debate regional con la mirada puesta en una «Patria Grande» unificada frente a las desigualdades estructurales y las tensiones globales.
Con la presencia de mandatarios y delegaciones de toda la región, Tegucigalpa se convierte en epicentro de una cumbre que busca no solo acuerdos, sino definiciones políticas en un momento clave para el continente.