Tras el fallecimiento del expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, la presidenta, Xiomara Castro, expresó un sentido mensaje en el que destacó la grandeza humana y política del histórico líder sudamericano.
“Mujica me recibió con la sencillez de los sabios”, recordó la mandataria, quien aseguró haberlo visitado recientemente. “En su mirada, en sus palabras serenas, en su firmeza, cuando me preguntó por Mel, confirmé lo que siempre sentí: estaba frente a un gigante de la política”, expresó.
Castro resaltó la valentía con la que Mujica condenó el golpe de Estado en Honduras, ocurrido el 28 de junio de 2009, y lo describió como “amigo de la revolución, humilde y coherente, un referente de nuestra América”.
La presidenta hondureña envió un abrazo fraterno a Lucía Topolansky, compañera de vida de Mujica, al Frente Amplio y al presidente uruguayo Yamandú Orsi. “Desde Honduras, con gratitud y admiración”, concluyó.
Pepe Mujica dejó una huella imborrable en la historia de América Latina. Su vida, marcada por la lucha, la resistencia y la humildad, fue ejemplo de coherencia entre el discurso y la acción. Rechazó los lujos del poder y eligió vivir con austeridad, demostrando que se puede liderar con principios, desde la cercanía con el pueblo y la defensa de la justicia social. Su legado trasciende fronteras y generaciones, inspirando a quienes creen en una política al servicio de las grandes mayorías.