Una comisión interinstitucional de muerte violenta de mujeres y femicidios integrada por las Secretarias de Seguridad, Derechos Humanos, Policía Nacional, Ministerio Público, Comisionado Nacional de Derechos Humanos y mujeres organizadas, buscan mecanismos para fortalecer la atención en casos de mujeres y niñas desaparecidas, tomando como referencia las experiencias y similitudes del flagelo en México.
Para tal fin, la comisión interinstitucional, realiza una gira de trabajo en Toluca y Ciudad Neza (Nezahualcoyotl) en el Estado de México en donde cuentan no solo con un protocolo, la Alerta Ambar, el marco legal y herramientas de búsqueda inmediata de personas desaparecidas, sino que también un Mecanismo Nacional de Búsqueda, Células de Búsqueda, Consejo Ciudadana Líneas de Acción y hasta policía de género para atender casos en perjuicio de mujeres, dirigidas por la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México.
La Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas en el Estado de México es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno del Estado de México, encargado de atender y dar seguimiento a los reportes de personas desaparecidas a través de las áreas: Dirección Especializada de Búsqueda, Dirección de Análisis y Contexto, Dirección Jurídica y de Igualdad de Género en coordinación con las dependencias de los tres órdenes de Gobierno.
Según registros en la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) desde el 2020 a la fecha, se han recibido unas 517 denuncias de casos de mujeres y niñas reportadas desaparecidas, los casos también han sido sujeto de búsqueda y alertas por la Policía Internacional (Interpol), pero en Honduras no existe un mecanismo integrado y fortalecido con otros entes de rescate, protocolos y leyes que podrían hacer más eficaz los resultados esperados, informó la viceministra de seguridad, Julissa Villanueva, quien encabeza la comitiva en México con apoyo de la ONU-Mujeres y Proyecto JES (Justicia Educación Sociedad por sus siglas en ingles).
Varios de estos casos, si bien es cierto se trataron de fugas voluntarias del seno familiar donde luego aparecen las jóvenes alegando decisiones personales, también es cierto que la mayoría de casos se han tratado de raptos con fines de explotación sexual comercial (Trata), femicidios, homicidios, secuestros entre otros, relacionados a venganzas ya sea entre grupos criminales o por deudas entre familias y amistades, hemos visto incidencia que preocupa y debemos de ejecutar estrategias concretas con responsabilidades compartidas, añadió Villanueva.