El Programa Nacional de Desarrollo Rural y Urbano Sostenible (PRONADERS), adscrito a la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), inauguró invernaderos y sistemas de riego en dos importantes instituciones educativas de Honduras; iniciativa que pretende impactar positivamente en la vida de mil familias en Sabana Grande y 114 en Nacaome, brindándoles oportunidades y fuentes de empleo.
El director de SAG-PRONADERS, Diego Umanzor, subrayó que “cuando decidimos invertir en los invernaderos, pensamos en fortalecer las capacidades y las enseñanzas para los estudiantes; una de ellas es la agricultura adoptando las tecnologías necesarias para preparar más agrónomos extensionistas».
Agregó que «todo lo que van a aprender aquí -invernadero-, ustedes van a ir a replicarlo al campo. Si pueden producir en esta tierra árida, donde muchas veces no hay disponibilidad de agua, entonces podrán producir en cualquier lado».
El Instituto Técnico Francisco Morazán, ubicado en Sabanagrande, departamento de Francisco Morazán, y la Escuela de Agricultura Luis Landa en Nacaome, departamento de Valle, han sido escenarios de la inauguración de los invernaderos y sistemas de riego construidos en su totalidad por SAG-PRONADERS.
Sus modernas instalaciones permitirán a los estudiantes aprender sobre técnicas agrícolas innovadoras y sostenibles, fomentando el desarrollo de habilidades que serán fundamentales en su futuro profesional.
La directora del Instituto Técnico Francisco Morazán, Fanny Santos, señaló que “ahora los estudiantes ya cuentan con un espacio para producir sus propios alimentos, y han logrado aprender todas las etapas de producción, desde la siembra de la semilla, hasta el empaque y entrega final del producto».
Según la docente, gracias al invernadero y sistema de riego se ha realizado la cosecha de: pepino, tomate cherry, apio, lechuga, repollo, zapallo, maíz, y otros productos.
La inversión total para llevar a cabo este proyecto ascendió a un millón 47 mil lempiras en las dos comunidades, donde más de cinco mil 600 personas se beneficiarán directamente de los invernaderos. Asimismo, los sistemas de riego garantizarán un suministro constante de agua, optimizando los recursos hídricos y contribuyendo a la eficiencia y sostenibilidad de la agricultura en las zonas.