El Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (SENASA) activó este viernes el Plan Nacional de Emergencia ante Influenza Aviar, con el cual disminuye el riesgo de diseminación de la enfermedad y se protege el patrimonio avícola nacional.
Esto con el objetivo de fortalecer las medidas de vigilancia epidemiológica e implementar las acciones de contención, control y erradicación de la enfermedad.
De momento solo se han detectado dos focos de infección de influenza aviar H5N1 en pelícanos de La Ceiba, en Atlántida y Puerto Cortés en parajes con afluencia de aves silvestres migratorias de norte a Centroamérica.
La titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) y presidenta del Grupo Ejecutor Permanente de Emergencia ante la Presencia de un Brote de Influenza Aviar en Honduras (GEPEEIA), Laura Elena Suazo, aseguró que el plan nacional brinda certeza legal y operativa a las medidas que implementa el SENASA.
La emergencia tendrá una vigencia de tres meses y ejecutará los recursos asignados para la vigilancia y monitoreo de la influenza aviar, a través de la Dirección Técnica de Salud Animal y el Programa Avícola Nacional en las áreas del foco de infección.
Se promueve la participación de otras entidades afines como el Instituto de Conservación Forestal (ICF), unidades de apoyo a la conservación de la vida silvestre, fuerza de seguridad pública y militar entre otras, para que se establezcan niveles de coordinación para la serie de actividades en el campo.
La avicultura nacional contribuye con el 4.6 por ciento del PIB de Honduras, lo cual resalta la importancia de protegerla.
El plan establece que son sujetos obligados al cumplimiento de las disposiciones emanadas por el organismo técnico del GEPEEIA, los propietarios, intermediarios, comercializadores y todas aquellas personas que realicen actividades relacionadas con la producción, industrialización, transporte y comercialización de aves, sus productos, subproductos y todos aquellos materiales e instrumentos relacionados con la avicultura.
Se prohíbe la manipulación de aves muertas o enfermas tanto marítimas como silvestres, así como sus heces o restos y cualquier superficie o fuente de agua (estanques, bebederos, cubos, bandejas, comederos) que puedan haberse contaminado.
ALERTAS A SIGNOS
SENASA pide estar alerta ante los siguientes signos en aves:
– Muerte súbita sin signos clínicos
– Falta de energía y apetito
– Disminución de la producción de huevos
– Huevos con cascarón débil o deformes
– Hinchazón de la cabeza, la cresta, los párpados, las patas
– Coloración purpúrea de las crestas y patas
– Descarga nasal, tos y estornudo
– Falta de coordinación o diarrea
Se solicita notificar de inmediato a un médico veterinario del Senasa, en la oficina regional más cercana o a los siguientes números de teléfono; 2232-6213 ext. 1026, del Departamento de Epidemiología Ext. 1027 de la Oficina del Programa Avícola Nacional para ser atendidos, además de los teléfonos 8855-0488, 8855-0489 y 9915-2839.
“Si tiene aves de corral domésticas, protéjalas y protéjase contra la influenza aviar”, demandó el SENASA.
FOCOS DE INFECCIÓN
El director del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (SENASA), Ángel Emilio Aguilar, confirmó ayer la muerte de 66 aves silvestres por la influenza aviar. Las autoridades anunciaron medidas sanitarias por dos focos de infección de influenza aviar H5N1 en La Ceiba y Puerto Cortés.
Aguilar dijo que las probabilidades de contagio son mínimas, por lo que llamó a la población hondureña a la calma. Precisó que hasta ayer en La Ceiba se reportaron 43 aves muertas y en Puerto Cortés 23, para un total de 66.
Se levantó el censo en La Ceiba de cuántas aves de traspatio existen en esa área focal para que la población tome las medidas de bioseguridad.
El pelícano puede volar diariamente hasta 60 kilómetros, por lo que es difícil deducir de dónde provino la transmisión, porque son aves migratorias.
SENASA insistió en la no manipulación de aves muertas tanto marítimas como silvestres y como una medida preventiva anunció el fortalecimiento de la bioseguridad en las unidades de producción de las asociaciones avícolas.