La cumbre migratoria de México y otros 11 países latinoamericanos concluyó con un rechazo a “medidas coercitivas”, y con el compromiso de los mandatarios participantes de respetar el derecho humano a migrar, entre otros acuerdos importantes para el manejo de este fenómeno social.
La declaración que contemplan lo acordado por los mandatarios latinoamericanos la firmaron: Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela, el vicepresidente de El Salvador y el viceprimer ministro de Belice, así como ministros de Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá, que se reunieron en Palenque (Chiapas) con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Dentro de los compromisos asumidos se incluyó atacar las causas estructurales de la migración como la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades laborales y los efectos negativos del cambio climático
Por su parte la mandataria hondureña, Xiomara Castro, durante la cumbre tuvo la oportunidad de dialogar con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro sobre temas ligados a la cooperación energética y Petrocaribe.
Adicionalmente conversó con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con quien se avanzó sobre el apoyo al tema de la CELAC, ya que México ha tenido un rol muy importante en dicho espacio.
Acuerdos alcanzados en cumbre migratoria
Los jefes de estados se comprometieron a instar que se levanten las medidas coercitivas unilaterales impuestas a países de la región, en tanto son contrarias a derecho internacional y tienen graves repercusiones más allá de los países objetivo.
Exhortar a que los países de origen, tránsito y destino implementen políticas migratorias integrales que respeten el derecho humano a migrar.
Promover esfuerzos coordinados para replantear la arquitectura financiera internacional de la deuda soberana a fin de permitir a los países, particularmente los de ingreso medio, alcanzar mayores niveles de desarrollo, cerrar las brechas sociales y reducir la intención de migrar.
Elaborar un plan de acción para el desarrollo, basado en los objetivos prioritarios y entendiendo las realidades de cada país, para atender las causas estructurales de la migración irregular en la región.
Solicitar a los países de destino la ampliación de las vías regulares, ordenadas y seguras de migración.
Así como proponer a los gobiernos de Cuba y Estados Unidos sostener en el menor tiempo posible un dialogo integral sobre sus relaciones bilaterales.